Imposible se hace elegir...(a menos que la luz nos sea indispensable absolutamente), pero en este caso concreto nos quedamos con ambas miradas de lo eterno, de la belleza circundante, de la poesía que transmite el paisaje.Una maravilla!Abrazos!
La luz nos obliga a veces a elegir entre dos territorios, dentro de nosotros. Tememos las tinieblas pero nos acechan los desafíos de la luz.Gracias.
Y yo que pienso al revés: que tengo la luz, pero siempre hay demasiada oscuridad fuera...
El árbol sabela luz nutre sus hojassu porte alumbraQue bella foto!! es tan generosa, la luz baja hasta el suelo y el árbol es la placa solar, proyecta a la seta, a la florecilla, a los brotes nuevos
Francesca: pues procura preservarla siempre; es indudable la oscuridad que nos rodea. Pero ¿acaso podemos escapar de ella?
Vaya, Anónimo, un haiku bonito. Pero el árbol acaso sea un testigo, simplemente.Con placa o no, la luz proyecta tanto...
Enhorabuena por tu blog y por tus haiku. Te animo a seguir por esta senda de palabras. Un abrazo.
Muchas gracias, Genaro. Despacio, sin prisa, sin nervios, sin ruido...Hacer de esta senda una llegada.
A medida que leo estos poemas, voy entendiendo su significado, como con tan pocas palabras se puede decir tanto, es como leer entre líneasSaludos Haijin
Ya quisiera uno llegar a la esencia y capacidad de los verdaderos haijines. Nada fácil. Si no te despojas de lo accesorio no se logra la clave.Saludos, Gemelas.
Relajante blog, hermosos haikus.Un saludo
Gracias, María José. Un blog muy moroso, sí. Un abrazo.
Una maravilla los haikus que leo por aquí...un deleite.Me quedo :)))Un abrazo
Estimo tu llegada, Gea, toma los que te plazcan. Un abrazo.
Imposible se hace elegir...(a menos que la luz nos sea indispensable absolutamente), pero en este caso concreto nos quedamos con ambas miradas de lo eterno, de la belleza circundante, de la poesía que transmite el paisaje.
ResponderEliminarUna maravilla!
Abrazos!
La luz nos obliga a veces a elegir entre dos territorios, dentro de nosotros. Tememos las tinieblas pero nos acechan los desafíos de la luz.
ResponderEliminarGracias.
Y yo que pienso al revés: que tengo la luz, pero siempre hay demasiada oscuridad fuera...
ResponderEliminarEl árbol sabe
ResponderEliminarla luz nutre sus hojas
su porte alumbra
Que bella foto!! es tan generosa, la luz baja hasta el suelo y el árbol es la placa solar, proyecta a la seta, a la florecilla, a los brotes nuevos
Francesca: pues procura preservarla siempre; es indudable la oscuridad que nos rodea. Pero ¿acaso podemos escapar de ella?
ResponderEliminarVaya, Anónimo, un haiku bonito. Pero el árbol acaso sea un testigo, simplemente.
ResponderEliminarCon placa o no, la luz proyecta tanto...
Enhorabuena por tu blog y por tus haiku. Te animo a seguir por esta senda de palabras. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Genaro. Despacio, sin prisa, sin nervios, sin ruido...Hacer de esta senda una llegada.
ResponderEliminarA medida que leo estos poemas, voy entendiendo su significado, como con tan pocas palabras se puede decir tanto, es como leer entre líneas
ResponderEliminarSaludos Haijin
Ya quisiera uno llegar a la esencia y capacidad de los verdaderos haijines. Nada fácil. Si no te despojas de lo accesorio no se logra la clave.
ResponderEliminarSaludos, Gemelas.
Relajante blog, hermosos haikus.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, María José. Un blog muy moroso, sí. Un abrazo.
ResponderEliminarUna maravilla los haikus que leo por aquí...un deleite.
ResponderEliminarMe quedo :)))
Un abrazo
Estimo tu llegada, Gea, toma los que te plazcan. Un abrazo.
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